Hoy mi entrada será larga, pero rogaría unos minutos de reflexión sobre la misma, y pido perdón por el texto de manera anticipada.
PREÁMBULO
La Nación española, deseando
establecer la justicia, la libertad y la seguridad y promover el bien de
cuantos la integran, en uso de su soberanía, proclama su voluntad de:
Garantizar la convivencia
democrática dentro de la Constitución y de las leyes conforme a un orden
económico y social justo.
Consolidar un Estado de Derecho
que asegure el imperio de la ley como expresión de la voluntad popular.
Proteger a todos los españoles y
pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y
tradiciones, lenguas e instituciones.
Promover el progreso de la
cultura y de la economía para asegurar a todos una digna calidad de vida.
Establecer una sociedad democrática avanzada, y Colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la Tierra.
PADRES DE LA CONSTITUCIÓN
Gabriel Cisneros Laborda
Entre otras cosas, comenzó muy joven, a los 24 años, su
carrera en la administración del Estado, como jefe de sección del Gabinete
Técnico del Ministerio de Trabajo (1964-1968) y Delegado Nacional de la Juventud (1969-1972), El Frente de Juventudes fue
un organismo político-administrativo creado en España en 1940, como sección
juvenil autónoma de Falange
Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista,
el único partido político autorizado por la dictadura del general Franco (1936-1975).
labor que compatibilizó esos años con la de columnista del diario Pueblo.
En octubre de 1971 entró en las Cortes franquistas al ser elegido consejero
nacional por la provincia de Soria.
Miquel Roca Junyent
Comenzó su actividad política en el Front Obrer de Catalunya (ligado
al Frente
de Liberación Popular). El Frente de Liberación Popular o FLP (conocido
coloquialmente como FELIPE) fue una organización política española no
reconocida legalmente que actuó en oposición al franquismo entre 1958 y 1969 movida por
el fracaso en la implantación en el interior de las formaciones políticas
de izquierdas tradicionales, también
clandestinas como el PCE, la UGT, la CNT y el POUM, además de ofrecer una
visión nueva del socialismo que no nacía necesariamente desde la
tradición republicana.
José Pedro Pérez-Llorca Rodrigo
Se integró en la Unión de Centro Democrático (UCD)
y Adolfo Suárez lo nombró en la I Legislatura sucesivamente ministro de la Presidencia, ministro de
Administración Territorial en 1980 y, ese mismo año, en una nueva
remodelación del gobierno, ministro de Asuntos Exteriores,
cargo que ocupó también tras el fallido golpe de Estado de 1981 con
el gobierno de Leopoldo Calvo-Sotelo y hasta la
victoria electoral del Partido Socialista Obrero Español en
el otoño de 1982. Fue diputado en el Congreso desde 1977 hasta
1982.
Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón
Fue secretario general técnico del Ministerio de Justicia, colaborando
de manera muy activa en la primera amnistía (1976), en la Ley para la
Reforma Política y en la primera normativa electoral de la recién nacida
democracia. Participó en la elaboración de la Constitución de 1978 y ocupó el cargo de
portavoz en el Congreso de los Diputados, tanto del partido del Gobierno (UCD) como de la oposición (AP).
Abandonó UCD en febrero de 1982, ingresando en julio de dicho año en Alianza
Popular.67
Fue a su vez elegido diputado de AP y del PP en los comicios de 1982, 1986 y 1989
Jordi Solé Tura
Durante su juventud militó en el Frente de Liberación Popular (conocido
como FELIPE) y en la Organización
Comunista de España (Bandera Roja), siendo durante la Transición española uno de los dirigentes
del Partido Socialista Unificado
de Cataluña (PSUC).
En el seno del PSUC defendió las tesis eurocomunistas del
secretario general del PCE, Santiago
Carrillo, y fue elegido diputado nacional por Barcelona en
junio de 1977 y marzo de 1979.
Manuel Fraga Iribarne
Catedrático de Derecho Político y de Teoría del Estado y Derecho Constitucional, su trayectoria
política se desarrolló desde la década de 1950 hasta 2011, ocupando casi
ininterrumpidamente cargos de relevancia política e institucional, tanto en
la dictadura de Franco Su padre, Manuel Fraga Bello, fue
alcalde de Villalba durante la dictadura de
Primo de Rivera.
Durante el verano de 1966, formó parte de la comisión que se
encargó de redactar el borrador de la ley orgánica del Estado que se aprobaría
en noviembre, ley que cerraba el entramado institucional del régimen y que
aseguraba la monarquía como forma futura de gobierno.
En 1967 se encargó también de la Ley de Libertad Religiosa,
que supuso una mayor permisividad con las religiones no católicas, lo que él
llamaba «el problema de los acatólicos».
Gregorio Peces-Barba Martínez
participó, entre 1961 y 1975, como abogado defensor en
numerosos procesos ante el desaparecido Tribunal de Orden Público y en
varios consejos de guerra, distinguiéndose en su defensa de los derechos
humanos y de la democracia como forma de gobierno para España. Intervino en el
proceso contra la 1.ª Comisión Obrera de Vizcaya (1964) y en 1970 fue el
defensor de Bittor Arana en el Proceso
de Burgos. Su actividad como jurista le costó en 1969 ser detenido por
la policía franquista y suspendido del
ejercicio de la abogacía y desterrado al pueblo de Santa María del Campo, en Burgos, durante varios meses. Compaginó su
actividad como abogado con la de profesor de Filosofía del Derecho.
En 1963 participó en la fundación, junto con otros
intelectuales como Joaquín Ruiz-Giménez, Pedro
Altares o Javier
Rupérez, de la revista Cuadernos para el Diálogo. Miembro
de Izquierda Democrática, entre 1962 y
1964, un grupo de orientación democristiana constituido en partido
político a partir de 1976.
En 1972 se afilió al Partido Socialista Obrero Español (PSOE),
aún en la clandestinidad.
Si se lee con detenimiento las diferentes personas que están
considerados como “Padres de la Constitución”, podremos observar las diferencias
abismales de unos y otros, pero que les movía un objetivo común. Una España en
Paz, sin violencia. Donde sus hijos pudieran gozar de aquello que a ellos les
había sido arrebatado o prohibido en vida.
Cuando veo la celebración de este año no veo muchas
diferencias entre las ideologías de entonces y las diferencias de ahora. Lo que
si veo es unas ganas inconmensurables de acabar con todo por lo que lucharon
esas personas.
Veo mensajes catastrofistas, incluso casi apocalípticos. Veo
incitación a la revuelta popular contra aquello que nos legaron. Apoyándose en
unos principios constitucionales, veo como hacen lo contrario recortando
banderas, volviendo a sacar a la calle símbolos del pasado. Atacar a la policía
democrática, aquella que no mira en color político del Gobierno, como marca su
doctrina, sino que se dedica a ejercer su función legalmente establecida por
todos. Es la misma que nos defiende y protege cuando hay una catástrofe. La
misma que aplaudíamos en la pandemia, y que sin embargo ahora estigmatizamos,
exigiéndoles que sean la policía de “un partido político”, no de todo el pueblo
español.
Aquellos que hemos tenido que vivir la Cataluña de Terra Lliure/G.R.A.P.O,
el País Vasco de E.T.A, o la guerra de Bosnia, sabemos lo que no queremos que
vuelva, los extremismos y la violencia a las calles.
Con muchísima pena, veo crucifijos en las calles
representando como soberanos de una doctrina que pedía todo lo contrario. “Al
César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.
Veo con tremenda preocupación, como algunos partidos
populistas de una lado u otro, usan los mismos argumentos y se retroalimentan.
Cuanto más crece un extremo, más crece el otro.
Leo constantemente en redes los mismos mensajes que
utilizaba la propaganda de Goebbles, muchos no sabrán ni quien es. Pero si
repites una mentira mil veces, al final acabará convirtiéndose en verdad para
los incultos.
La democracia es mucho más que eso, la Constitución es mucho
más fuerte que eso, y es momento de demostrarlo. Pero no con violencia, sino
con partidos de Estado. Con aquellos partidos que estuvieron en esas
negociaciones. Tienen que volver a sentarse y tener la valentía de hacer lo que
no han hecho en 50 años, provocando que llegue la situación que estamos
viviendo. “LA REFORMA DE LA LEY ELECTORAL”. Es momento de que se entiendan,
como hicieron los Padres de la Constitución, y dejarse de mítines políticos y
algaradas callejeras. Es momento de diálogo y puertas cerradas. De habitaciones
donde no se salga, hasta que se cierren grandes acuerdos de Estado. España lo
necesita. Los ciudadanos lo necesitamos.
De nada vale ir al Congreso a darse visibilidad ante los
medios,,, si luego no son capaces de ser útiles a los Ciudadanos.
¿Hay que modificar la Constitución?...la respuesta es SI,
pero dentro de la Constitución. Y adecuarla a la realidad actual. Y reformar de
una vez la Ley Electoral, que se ha vuelto caduca y peligrosa para la propia
Constitución.
La economía española depende de ello, las empresas y los
ciudadanos lo necesitan. Una economía es sólida, si su democracia es fuerte y
se siente protegida.
Por todo ello, ruego a PSOE y PP, que se dejen de reproches
y se sienten a hablar, y no se levanten de la mesa, hasta que no lleguen a
grandes acuerdos de Estado. Y el principal, la Reforma de la Ley Electoral.
Dejen ya todos los partido de usar a los Ciudadanos como masas de revolución, y
traigan de nuevo la Concordia que proclamaba D. Adolfo, y que tantas Plazas,
Calles y rotondas llena España.