En estos momentos, en los que se acerca la Semana Santa, si algo puede definir a la perfección el trabajo conjunto, ese es el de los costaleros, anderos, capataces, voces de paso, etc.
¿Porqué digo esto?.
Es muy simple, al margen de la ideología religiosa, si comparamos el trabajo de una hermandad durante todo el año a una empresa, podemos asegurar que es similar al de cualquier empresa. Con sus discusiones, sus alegrías, sus objetivos, etc.
Sin embargo, hay algo que les diferencia de una manera notable, y que si alginas empresas fueran capaces de desarrollar y fomentar, aumentaría su éxito sin duda. El sentido de pertenencia a una familia.
Si observamos y analizamos profundamente el trabajo de una cuadrilla de costaleros, y hacemos una similitud con una empresa, podremos definir claramente los roll de cada uno de los que forman un paso de Semana Santa. El objetivo a conseguir entre todos, es que el proyecto siempre salga bien y haga brillar a los titulares, en el caso religioso, y así debería ser en cualquier proyecto, ya sea político o empresarial.
Si cualquier partido o empresa, consiguiera que todos y cada uno de los que forman parte de ese proyecto, se integraran de tal forma, que el objetivo a conseguir, estuviera por encima de sus propios intereses, conseguirían, sin ninguna duda mejorar sus beneficios, u obtener excelentes resultados electorales, en el caso de la política o cualquier otra organización.
Todos y cada uno de los integrantes en el proyecto deben sentirse importantes y parte de él, y por encima de ellos debe estar siempre el objetivo común.
He puesto como ejemplo esta fotografía, donde se puede apreciar claramente como todos los integrantes del paso, se esfuerzan a la vez y de manera uniforme, para que un paso que supera los 1000kg, en la mayoría de los casos, sea elevado y nadie salga herido. Para aquellos que no están involucrados en el mundo de la Semana Santa, conseguir ese objetivo no es nada fácil. Conlleva muchos ensayos, confianza en el compañero, ayudar al mismo cuando flaquea y ante todo sentirse parte del proyecto.
Puede parecer incluso absurda la comparativa que hago, pero que si la analizamos bien, SIEMPRE ha funcionado en todas las organizaciones que han aplicado líneas similares. Mientras que aquellas que se han construido sin pilares sólidos, y a base simplemente de individualismos, han acabado por ser destruidas, o simplemente a la mínima han desaparecido, ya sea en proyectos políticos o empresariales.
Debajo de una paso, todo el mundo está pendiente de ayudar al compañero, de aplicar su esfuerzo personal, sin que nadie se lo pida. Todo el mundo está atento a la voz de paso, que es aquella que da las instrucciones a la hora de andar. Cada uno de los que forman a su vez dicho paso, está a la vez sumido en sus propios pensamientos individuales, mientras trabaja en conjunto, pero algo que les iguala a todos, es el objetivo a conseguir. Un objetivo que está siempre por encima de cualquier individualidad.
Por todo ello, sería bueno que algunos empresarios, políticos o dirigentes de organizaciones, parasen unos instantes de sus ajetreadas vidas, para observar lo que estoy diciendo, y estoy completamente seguro, que el rédito que iban a sacar de esos minutos de observación sería muy positivo.
Y como se dice en este mundo: "Todos por igual, valientes". "A esta es".
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